En la Semana de Ingeniería y Arquitectura, la doctora Susana Vegas explicó el proceso de ayuda solidaria realizado por “Todos somos Piura”. Dijo que esta no debe limitarse al desastre sino que debe ser permanente.
Por Koko Zavala. 12 junio, 2017.
“Desde donde nos encontremos, ingenieros y arquitectos, en alianza con otras facultades de la Universidad tenemos mucho que aportar y aprender, como quedó demostrado en la reciente emergencia en Piura, en la que tratamos de poner en práctica nuestros conocimientos y lograr mayor rapidez y eficiencia para atender las necesidades de los damnificados que dejaron las lluvias e inundaciones”, dijo Susana Vegas, directora de relaciones Internacionales a los alumnos Campus Piura de la Facultad de Ingeniería de la UDEP.
Señaló que no solo es importante involucrarse durante una emergencia sino después de esta, que es una fase igual de complicada o más que la anterior; aunque recordó que en la emergencia fue vital gestionar con rapidez las donaciones, llegar de manera más eficiente, no duplicar sitios visitados, el apoyo de los estudiantes de diversas facultades.
Los de Comunicación apoyaron con la difusión en las redes sociales de lo que se requería y dónde; los de Humanidades y Educación, a través del voluntariado Alma Tallán, permitieron conocer de primera mano cuáles eran las necesidades reales en Narihualá y otros poblados, por la relación que ya tenían. Los alumnos de Beca 18 también fueron piezas claves, muchos de ellos en zonas afectadas, informaban lo que les hacía falta a ellos o a sus compañeros.
Agregó que la campaña ‘Todos somos Piura’ inició antes de las inundaciones del río Piura. “Ya sabíamos que venían grandes donaciones provenientes de Lima a través del comité de damas “Piura en Acción” por lo que habíamos montado una línea de producción e ideado el proceso de ordenamiento y reparto de las donaciones; pero, la inundación del río nos apresuró y complicó un poco, sobre todo por la dificultades en el acceso y vías malogradas”.
Refirió que la ayuda sigue llegando y se direcciona a la atención médica o a conseguir medicinas para las zonas afectadas por el dengue y otras enfermedades, y para atenuar la emergencia sanitaria. También para ayudar a la reconstrucción de las viviendas de 44 alumnos, afectadas de manera extrema, que siguen viviendo en carpas o refugios. “Cambiar el mundo está en nuestras manos, en especial de ingenieros y arquitectos. No solamente en el desastre, sino siempre” acotó.
Algunas cifras
- Participaron más de 60 empresas solidarias y cerca de 800 voluntarios.
- Se recolectaron más de 70 toneladas de víveres, agua, ropa y medicinas.
- Se recaudaron donaciones provenientes de más de 11 países, que llegaron a 250 000 soles.
- La ayuda llegó a más de 50 zonas afectadas: caseríos, centros poblados, comunidades, comedores y refugios.
